"Conóceta a tí mismo y conocerás el universo y a los dioses" . Así reza una de las máximas más conocidas en el Oráculo de Delfos. Ya en la antigua Grecia (y mucho antes) el ser humano tenía esa necesidad interna de encontrar respuestas sobre quienes somos... Estamos en el s.XXI y seguimos teniendo esa necesidad ¿Y no será precisamente esa búsqueda, la razón de nuestra existencia?

En el año 2020, durante el "encierro" que vivimos, hubo un boom en la astrología como nunca antes. A las personas que ya usábamos esta maravillosa herramienta nos sorprendió como de repente creció el interés. Hasta entonces, si hablabas de astrología fuera del "mundillo astrológico" la gente te miraba "raro" o te decían: ¿pero tú crees en esas cosas?, como si fuera algo en lo que hay que creer!! Por fortuna en este momento, personas que no tenían carteada la astrología en sus vidas hoy conocen algunos detalles como cual es su sol, su luna y ascendente. Bravo!!
Conocer la propia Carta Natal es como ir al Oráculo de Delfos siglos atrás. "Conócete a tí mismo"! Para mí es la herramienta más precisa que nos ayuda a conocer y comprendernos a nosotros mismos, nuestra vida, nuestra energía.
Nuestra vida, en general, está tan hacia fuera, tan influenciada y condicionada desde nuestra gestación hasta el momento presente, que realmente es como si viviéramos con muchas capas sobre nosotros que impiden ver nuestro núcleo vital, quienes somos en realidad. Al levantar la carta natal estamos viendo "un mapa" de nosotros mismos, una fotografía del cielo del momento de nuestro nacimiento. El problema es que muchos aún miran ese mapa como "algo" que hay fuera. Vemos los planetas en la carta y los situamos allí, a lo lejos en el cielo. Pues estamos acostumbrados a llevar nuestra mirada y atención a lo externo. Ya se han encargado de que así sea en la mayoría.

Yo te invito a que cuando mires tu propia carta natal lo hagas más bien como si miraras una radiografía. Cuando nos hacen una radiografía lo que se muestra es nuestro cuerpo piel adentro, vemos nuestro esqueleto, o en una resonancia vemos los tejidos.... Al mirar mi carta natal imagino que es una radiografía pero de mi mente, mis emociones, mi sistema de creencias, de mis gustos, mi forma de relacionarme, etc.
Esto me permite llevar ese mapa de las estrellas hacia dentro. En vez de ver planetas que "nos hacen cosas", ver nuestros "personajes" internos, nuestra manera de funcionar en las distintas áreas de la vida y lo mejor y más útil de la astrología, tener la posibilidad de corregir, cambiar y mejorar aquello que entiendo que se puede expresar de forma más saludable dentro de mi propia naturaleza, es decir, elevarlo!
Es por eso que siento que conocer tu propia carta natal va mucho más allá de una consulta astrológica. La astrología no sólo hay que entenderla, hay que ponerla en práctica incluyéndola en nuestras dinámicas de vida, pues ese mapa, esa radiografía ERES TÚ!!!
Sí, tú cuando te levantas cada mañana y haces las cosas que haces, eres tú relacionándote con tu entorno (hijos, pareja, familia, amistades...), eres tú en tus actividades, en tus viajes, en lo que te gusta y lo que no, esa carta que estás viendo fuera eres tú y tus talentos, los que expresas y los que no, es tu mala leche y tu ternura. Y ese mapa, cuando lo comprendes, te permite elegir formas nuevas y mejores, y más acorde con quien eres genuinamente.

Porque como te he dicho, desde que nacemos asumimos patrones, mandatos y condicionamientos externos que en su mayoría se contradicen con quienes somos de verdad, con nuestra naturaleza original. Y por eso estamos en un mundo lleno de adultos perdidos, insatisfechos, desorientados y tristes. Porque en la mayoría de los casos no sabemos quienes somos.
En el año 2005 tuve mi primer contacto formal con la astrología, aprendiendo hasta el día de hoy esta preciosa herramienta de autoconocimiento. En estos años también me han interpretado mi carta muchísimos astrólogos y astrólogas, pero lo que más me ha enseñado sobre mi propio mapa astral ha sido el proceso vivencial, no la lectura en consulta y ya.
Es por eso que mi trabajo a través de la astrología en alquimia con la danza terapéutica, está orientado a lo vivencial, como proceso creativo y evolutivo del Ser. En formato grupal. Aprendiendo en cada encuentro una parte específica de la carta y como se traduce en la vida, en lo cotidiano, en lo real y tangible.
Lo grupal nos invita a conocer como lo mismo se expresa en otras cartas, otras vidas, observar como una misma cosa se experimenta de forma distinta. Eso nutre, enriquece, nos ayuda a comprender la diferencia sin juicio. Siento que nos humaniza.
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